9 de agosto de 2008

Por los sueños.

Soñar es escuchar una canción que te hace sonreir.
Soñar es recordar la primera vez que la escuchaste.

Soñar es anhelar algo que se encuentra a larga distancia.
Soñar es imaginarte atravesando las distancias que te separan.

Soñar es mirar una foto y recordar que estuviste ahi.
Soñar es mirar una foto y saber que puedes estarlo.

Soñar es lograr esas vacaciones que deseaste.
Soñar es planear las próximas que vendrán.

Soñar es construir un castillo de ilusiones a la orilla de una playa de expectativas que desemboca en un mar de oportunidades.
Soñar es saber lo que quieres y dedicarte a imaginarlo con los ojos abiertos.

Abre los ojos y comienza a soñar.

El síndrome de la estúpida felicidad

"Cuando el amor no es locura, no es amor". El poeta español Pedro Calderón de la Barca ha escrito la única frase sensata que he leido en mucho tiempo referente al sentimiento que mueve el mundo. Piensalo bien y verás que tiene razón al decir que la locura más sana del mundo es el amor.

Te vuelve feliz, paranoico y detallista. Sonríes, bailas, escribes mensajes a cada momento y hasta rayas en lo obsesivo. El amor es locura. Mucho más que una combinación letal de serotonina y dopamina en el cerebro, es simple y mágica locura del ser humano.

Ahora detente un segundo a pensar: ¿Estás loco?


8 de agosto de 2008

08 / 08 / 08

¿Un día fuera de lo normal?, no me parece. Lo único interesante es la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing y la coincidencia de la fecha. Y tampoco así, eso de repetirse los números de día, mes y año ya ha venido sucediendo desde que celebramos el milenio.

De todas formas, ninguna casualidad numérica superará al 06 de Junio del 2006. La gente más paranoica se asustó completamente y hasta los escépticos tomaban en cuenta la fecha para iniciar algún tema de conversación. Yo nunca pensé que sucedería algo caótico ese día, ya el día anterior me había enterado de la muerte de un conocido y para mi eso sería lo más espeluznante que podría pasar alrededor de esa fecha.

Seguro muchos esperaban trompetas del apocalipsis, jinetes oscuros y que el suelo se abriera para dejar salir humos de azufre, o algo así. Lo que nadie recordó en ese instante fue la realidad. Que el mundo si se está acabando, con lentitud hacia un final que podría parecer casi irremediable.

Es bueno recordar que más allá de un apocalipsis dramático, existe un mundo que necesita que lo recuperemos.