"La Gente."

Como ellos tanto hablan de nosotros, es hora de que hablemos de ellos, de "La Gente". A ver, comencemos por, ¿Quién es "La Gente" a la cual nos referimos tanto?. Tecnicamente no pueden ser personas que no conozcamos, asi que "La Gente" es un grupo de individuos que sean conocidos y hasta amigos de nosotros, los cuales forman parte de esa gran masa.

La importancia de "La Gente" se debe a la frase común, una que he escuchado mucho recientemente: "No hay que prestarle atención a lo que diga... LA GENTE". Es raro que la frase sea comúnmente repetida por la misma "gente", que te previene de los demás, como si no formara parte de esa masa.

Ya destacamos el hecho de que hay que ignorar las opiniones de este grupo tan particular, que realmente lo creamos nosotros mismos, ya que somos quienes conocemos a nuestra "Gente" y le damos importancia a sus comentarios. Es decir, el error es nuestro por priorizar la mente, o demencia, de los demás antes que la nuestra.

Elimina todo ese concepto, o vives la vida como quieres o simplemente estas dejando que LA GENTE la maneje por ti.

Eternamente.

Me he convertido en una fanática del tiempo en las últimas semanas, siempre controlándolo para que vaya a mi ritmo. ¿Cuánto falta?, es la que constantemente me disturba. Detesto mantenerme en espera pero reconozco que me da el espacio suficiente para seguir anhelando que se termine el conteo.

Mientras el tiempo pasa, en ocasiones hasta más rapido de lo que pensé, la interrogante se convierte en: ¿Cuánto tiempo ha pasado?, donde aflora la necesidad de sentir que podemos controlar todo nuestro entorno al darle un nombre. Tiempo, dias, horas y minutos, artefactos que utilizamos para dominar el reloj de arena que se escurre sin poder hacer algo al respecto.

A pesar de tanta insistencia con estar pendiente de la fecha y las horas, la única pregunta que no me pasa por la mente concierne al futuro. Ese es un concepto que no vale la pena considerar, al final lo construye uno mismo y cualquier detalle inesperado puede hacer cambiar el rumbo del destino.

Aunque hay pocas cosas en la vida que trascienden el tiempo, espero lograr ser parte de una de ellas.

La agenda oculta.

Todo el mundo tiene una agenda oculta, esa "hidden agenda" que hablan en las peliculas norteamericanas y que se refiere a tener motivos o propósitos escondidos. Pues todos los tienen en la vida real.

En mi caso, las pocas veces que he tenido que tener una, caigo en pánico. No es por poco disimulo, es más bien mi naturaleza impulsiva la que se antepone a aquella frialdad calculadora que toda persona con una hidden agenda debe tener. Es imposible para mi dejar atrás mi impaciencia para maniobrar un plan maestro, simplemente caigo en el desespero.

Por casualidad me he dado cuenta de tantas páginas de las agendas ocultas de las demás personas, y en pocas pero dificiles ocasiones, noté como algunas de mis amistades pecaban por ilusas. Ignorantes de esas páginas de las demás personas que a ellos les afecta y, peor que eso, me he visto sucumbir ante la impotencia de no poder mostrar esas notas que tanto podrian ayudar a unos salir de sus tormentos.

Así me mantengo, esperando como un simple observador de los eventos, sabiendo que si muestro mis cartas tendría que formar parte de un juego que no me corresponde jugar. Pero no me preocupo, al final todo cae por su peso.

Como los niños.

Fue la persona más inesperada para puntualizar las cosas y hacerme dar cuenta de lo que sucede. Es que así son las amistades de los niños, se pelean y vuelven a hablar como si nada. Puede ser que le hayas roto el vestido de su muñeca pero si regresas con la zapatilla que se le habia perdido, todo estará bien.

Da la impresión que no hubiera pasado un año o tan sólo cuatro meses desde que las cosas no son iguales, más bien al regresar al jardín del kinder se siente como si el tiempo no hubiera transcurrido para nada. Aunque ya no parecemos tan niños, ni jóvenes ni estúpidos.

Es que los niños son aquellos que saben perdonar, por eso Tiziano le canta y agradece a quien saber perdonar aún a su edad, pues le comento yo que a la mia tampoco esta fácil encontrar el perdón entre mis contemporáneos. Hasta el día de hoy no consigo que algunas personas acepten mis errores, pero esas ya son historias pasadas.

Pero siempre se vuelve al jardín de la infancia, aún si no nos conocimos durante ésta. Pero es tal y como me lo explicaron, una amistad de niños. Se pelean pero siempre saben que hay algo más que los mantiene unidos, gracias por hacerme regresar a ser una niña.