
Todo comienza con la frase "éramos felices y no lo sabíamos", precisamente ahí radica nuestra felicidad: no lo sabíamos. No sabíamos que había que elegir una profesión, que comenzaríamos a tener problemas, que la vida es mucho más larga y complicada que una película, que nuestros padres habían pasado por los mismos problemas, que el dinero mueve el mundo y el interés mueve a las personas, no sabíamos que Santa Claus eran nuestros papás.
Éramos unos ignorantes felices. Pero la ignorancia sólo sirve cuando sómos niños, cuando crecemos es dolorosa o patética. Lo único de lo cual podemos regocijarnos es que alguna vez estuvimos en el Paraíso.
Éramos unos ignorantes felices. Pero la ignorancia sólo sirve cuando sómos niños, cuando crecemos es dolorosa o patética. Lo único de lo cual podemos regocijarnos es que alguna vez estuvimos en el Paraíso.
Y no lo sabíamos.
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