
Así funciona la vida de los preocupados, tienen que tener algún tipo de control sobre su existencia para no sentir que están a la deriva. Aún asi, pareciera que a las personas que no han presionado el botón de "preocupación" les va mejor, tienen más suerte y todo pareciera arreglarse en el momento justo. Intervención divina.
Conversando con una amiga el otro día estuvimos pensando si debíamos tener celos de esas personas despreocupadas. Llegué a una conclusión personal de que prefiero estar en un barco cargado de preocupaciones con un lento y difícil recorrido porque los botes a la deriva no siempre llegan a la costa.
1 comentarios:
that's a pretty well worded thought ... really beautiful
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