14 de julio de 2008

Baile de la vida.

Etapas, toda la vida se vive por etapas. Naces, desarrollas, reproduces y mueres; no se puede esperar más que eso. Es imposible quedarse en un estado constante, sin avanzar o regresar al punto inicial porque ni siquiera la vida misma es una constante. Todos estamos destinados a tener nuestra etapa final.

Un escalón a la vez, un camino en subida, o quizás en bajada, dependiendo del rumbo que lleve tu estilo de vida. En fin, "todas son etapas". Lo coloco entre comillas para acentuar que no es una frase mia, y de nadie que me venga a la mente, sino de todos. Una breve oración que ha salido de la boca de muchas personas a las cuales he escuchado, claro está que escuchar no significar hacerle caso.

Momentos que se esfuman, otros que llegan. Una mezcla donde el espacio y el tiempo se congelan para darnos cuenta, en ese sólo instante, de lo que éramos y en lo que nos hemos convertido. Pero sobretodo, en lo que esperamos ser.

Yo detesto congelar el tiempo para analizar los pasos que he dado, prefiero seguir el ritmo como una pieza de baile, apreciando cada movimiento. Asi no siento tan marcadas las etapas y no pierdo mi esencia, esa tradición de siempre soñar que mañana sucederán cosas increíbles.

Siempre bailando, siempre hacia adelante, pero bailando.

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