21 de febrero de 2008

Prefiero no "ser"


Si estudié bien para el examen Periodismo Institucional, entonces la teoría de la "sociedad anónima", vendría siendo entonces (parafraséandola un poco) en la idea de que una persona no "es" hasta que no demuestre serlo. Por ende, en una organización sería mediante su cargo, en una nación mediante la cédula o identificación, y el último y más básico escalón de reconocimiento sería el nombre.

Vamos a ver -mediante un ejemplo- como es ese proceso de "ser" una persona, según mi mente imaginativa, paranoica y exagerada:

Después de que uno nace, le colocan un nombre que uno no puede elegir. Aparte, tienes que acostumbrarte a tu apellido, no es cómo si lo pudieras cambiar sin un tremendo papeleo, y posibles cantidades grandes de dinero a cambio. Asumamos que tienes una casa, ya se sabe donde localizarte, ahi vives y si tienes teléfono fijo, ya las personas sabrán donde llamarte. Mientras vas creciendo debes entrar en un colegio, ya eres parte de una institución. Comienza el proceso de amistad y el compañerismo en el salón de clases se transforma en grupos sociales que se van creando, ya todos saben que siempre estás sentada en aquél extremo del colegio durante el recreo, con los mismos amiguitos de siempre.
Vas creciendo, las necesidades de comunicarte con tus "amigos del recreo" aumenta, sobretodo cuando el color de la chemisse escolar es azul o beige. Entonces les pides a tus padres con locura que te compren un celular, ¡que divertido suena eso de recibir llamadas y enviar mensajes de texto!, ya tienes número propio. Pero la tecnología ha mejorado, ahora Internet es indispensable, ahora te creas un email, apto para usarlo en el MSN Messenger, un perfil en internet, entre tantas cosas, ahora puedes meter tu nombre en google, ¡y sale!.

Eres alguien.

Pero te comienza a agregar gente extraña a tu correo, preguntándote cosas que tu no deseas responder, por ello debes recurrir a negarles la admisión a tu lista de contactos. Los tiempos cambian y tus "amigos del recreo" no son tan interesantes, ni tienen tantas cosas que contarte como antes, las conversaciones se han vuelto tan monótonas que no te provoca responder los mensajes, ni las llamadas. Pero como saben donde vives, ¿cómo no? ¡si te conocen desde que eras pequeña!, se aparecen en tu casa. Tocan el timbre y al verlos por la ventana decides no hacer acto de presencia, pero el que si aparece es el bondadoso de tu vecino, aquél que te cargó cuando usabas pañales, diciendo que te vió hace 20 minutos entrar en la casa. "Sigan intentándolo, esta ahí, quizás esté en la parte de atrás", ¡que buen samaritano!. Así que al saber que estas en casa, siguen tocando el timbre y recurren a llamarte a gritos por tu nombre.
¡Kiwiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

Conclusión: Si eso es "ser", prefiero no "ser".

3 comentarios:

Pablö dijo...

je... muy comico...
¿ser o no ser?
uno empieza a dudarlo

Isia dijo...

Y ellos siguen timbrando una y otra vez hasta que sales de casa... o les dejas pasar. Se sientan en el salón, les pones algo de beber y de picar y.... Surge la conversacion
¿sobre que? Sobre el pasado... Recuerdas esos recreos, esas llamadas, ese primer amor... esa fiesta, esas travesuras y esas cagadas monumentales...
Recuerdas a gente que no esta... porque se mudo o porque tristemente, murio... REcuerdas profesores, broncas, peleas, canciones....

Al final pasas una tarde genial y aunque sabes que eso sera efimero, que solo durará esa tarde y a saber cuando se repite.... Merece la pena


¿o no? Eso... ya lo decides tu... :)


Biquiños

Anónimo dijo...

el vecino te echo la paja por lo que veo jajajaja