5 de mayo de 2008

Ataque directo o manipulación mental: ¿De que forma prefieres vengarte?

Leí en el periódico recientemente que un mensaje de texto ocasionó la muerte de dos personas, la noticia es la siguiente:

El punto de la letra “i” causa tragedia.

La falta en el teclado del celular del carácter “i” turca (que se escribe sin punto), provocó el trágico final de una pareja separada en Turquía, informó el diario H rriyet. Emine (20) recibió un SMS de su esposo Ramazan (24) donde éste le decía que siempre cambiaba de tema cuando se quedaba sin argumentos. Pero en lugar de escribir “slkIslnca” (sin argumentos), escribió “sikisince” (cuando te follan). Esto causó la ira de la familia de Emine y cuando Ramazan quiso explicar fue herido con un cuchillo. En venganza, Ramazan acuchilló a Emine hasta matarla y luego se suicidó en prisión.

Extracto de El Tiempo, Venezuela.

Es increíble que sucesos así ocurran en el mundo actual. Aunque no se puede esperar mucho de los seres humanos, cosas peores se han hecho y se siguen haciendo. Mi punto es que esa noticia me viene a la mente como un hecho absurdo pero lo más bizarro es que es la pura realidad.

Quizás uno piense que sólo suceden cosas así en lugares tan lejanos y a mi parecer, un poco arcaicos en pensamiento. No es que los seres que vivimos en el lado oriental del mundo seamos menos crueles sino que lo sabemos disfrazar mejor.

Nos dejamos de ser tan sanguinarios para ser más manipuladores, para no dejarse controlar por los instintos básicos de sobrevivir erradicando al contrincante de forma agresiva, en cambio, ha nacido el instinto quizás aún más bajo de querer hacerlo “arrepentirse de haberse entrometido en mi camino”, o algunas de esas frases que salen en las novelas mexicanas de las tardes.

Tal como lo hacen las cuaimas hoy en día, defínase cuaimas como mujeres víboras y celosas. Tanto en las telenovelas como en la vida real, todo es una trama encubierta para lograr su cometido, en vez de atacar el problema directamente prefieren revolver todo alrededor del mismo. Dios quiera que no le hayas hecho nada malo, conseguirá la forma de hacerte sufrir y que tu te preguntes “¿Qué le sucede?”, la cosa es que nunca te dirá en que te equivocaste hasta que sea muy tarde ya.

Al igual que sucede cuando un padre se molesta con su hijo. Siempre he quedado con la duda de que sería peor: que te de finalmente los “dos correazos” que siempre promete o verle la cara de decepción. Uno duele durante un tiempo limitado y sólo genera resentimiento interno, el último te hace sentir como mentecato durante todo el día queriendo saber como revindicarte con él.

Pensando en todas estas formas de tomar venganza por algo se concluye en que puedes simplemente golpear y dejar un moretón de recuerdo o usar una combinación de frialdad e inteligencia para dejar pensamientos angustiosos en la otra persona. La falla en la última técnica es que no serviría de nada si la otra persona en realidad no le importa el problema o es muy despistado para reaccionar.

Después de todo, una puñalada es un mensaje un poco más claro.

2 comentarios:

*GenA* dijo...

Es así como lo describes, en esta parte del mundo no es que seamos más conscientes, yo pienso que tal vez somos una combinación de inteligencia con un toque de sadismo, pues muchas veces se prefiere ver sufrir a aquel que hizo daño y lo más loco es q luego parece que nada hubiera pasado.

Sin embargo, no ser tan extremistas indudablemente nos hace más humanos.

Buena reflexión la de esta entrada.. Me agrada la seriedad..

Paz..

Te adoro coño..!!

Unknown dijo...

Vaya entrada,como dijo *gena*,es una buena reflexión.

Sin más que decir,me despido.

Besos,Carlos^.^